En muchas ocasiones los días y sus obligaciones parecen interminables y necesitamos una pausa. Es importante saber que tu estrés, puede llegar a afectar a tu gato. Los gatos suelen inquietarse o ponerse nerviosos y al hacerlo, liberan una hormona llamada cortisol que a largo plazo podría afectar su salud.
También, es posible que tu gato esté estresado después de una visita o por un acontecimiento específico. En cualquiera de los casos hemos traído para ti algunas actividades para que hagas con tu mirringo y puedan relajarse juntos. Tu gato te lo agradecerá y qué mejor excusa para esa pausa que necesitas
Observa a tu gato, imita sus movimientos y posturas, estira cada parte de tu cuerpo pensando en cómo lo hace él. Identifica las causas del estrés en tu mascota y corrígelas o elimínalas. Ten presente los ruidos fuertes, las visitas, la convivencia con otras mascotas, incomodidad en el espacio, etc.
y ponla en el espacio relajación. La valeriana tiene una sustancia llamada nepetalactona y los gatos son hipersensibles a ella. Las flores de Bach ya han probado tener efectos muy positivos en la relajación de felinos.
Quizás lo mejor sea proporcionarle feromonas. Puedes conseguirlas aplicadas en ambientadores, juguetes, collares o gotas para relajar a tu gato. Luego de consultar con un veterinario agrega alguno de estos productos en su sesión de relajación.
si es posible, permanece un rato ahí con tu mirringo. Ubícalo en una repisa o en un lugar alto en el que pueda obsérvarlo todo. Saber que puede observar el entorno y aún así permanecer en la distancia, hará que tu gato confíe y se recupere de aquello que le está generando estrés. Permanece disponible y a su alcance pero manteniendo distancia por un rato.
En este caso, debes proporcionar soluciones para disminuir la atención en el exterior. Cierra las ventanas y trata de aislarte lo mejor posible con tu mirringo. Recuerda darle espacio cuando te lo pida.
Si estamos atentos, notaremos que cuando nuestro gato se frota en nuestro cuerpo, lo hará siguiendo un patrón; comienza por la cabeza y termina por el cuerpo y la cola. Estas son sus zonas favoritas para las caricias, gracias a la presencia de feromonas que les producen un efecto relajante. Siguiendo este patrón es que debemos llevar a cabo los masajes que les demos a nuestros mirringos.
Haz este ejercicio durante 15 minutos y continúa escuchando música, leyendo, observando y conociendo a tu gato, dándole caricias, cantándole y reforzando positivamente el momento que están pasando juntos. Si tu gato se quiere retirar o parece estar incómodo debes parar y jamás forzarlo; respetar su espacio siempre va a fortalecer su vínculo.
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