Por otro lado, Julián Ariza agrega un síntoma más a las señales de alarma y es la constipación o el comúnmente llamado estreñimiento, que por lo general pasa desapercibido, ya que el gato no presenta una conducta diferente ni el letargo que producen los vómitos y la diarrea; pero es igual de peligroso, ya que puede tener una obstrucción por bola de pelo o algo que ingirió, también puede ser el resultado de no tomar suficiente agua o de comer alimentos con mucha fibra que no alcanza a digerir. Parásitos: Son muy comunes en gatos recién adoptados o sin un plan de desparasitación pariódico e incluso si las vacunas no están al día. Los síntomas que puede presentar un gato con parásitos van desde dolor abdominal, inapetencia, falta de energía, vómitos y diarrea. Los parásitos más comunes entre los gatos son Giardia, Dipylidium y la Ascaris que afectan el sistema digestivo y si no son tratados a tiempo pueden ocasionar graves problemas; por eso, el médico veterinario Julián Ariza recomienda desparasitarlos cada 3 meses, sobretodo en épocas de lluvias que es cuando comienzan a eclosionar estos parásitos.