¿Los gatos se bañan solos y no necesitan que los bañemos? Si tienes esta creencia, te decimos que no es cierto, si bien los mirringos por naturaleza son bastantes limpios y aseados, pues pasan gran parte de su día acicalando meticulosamente su pelaje y patitas, requieren un baño ocasional, eso sí, no con la misma frecuencia que los perros.
Sigue leyendo y descubre cuándo es el momento de bañar a un gato por primera vez, cada cuánto hay que seguir haciéndolo y tips que te ayudarán a bañar a tu mirringo con éxito.
Un gatito puede bañarse por primera vez a partir de los 2 o 3 meses de edad. Sin embargo, es importante considerar cuándo será el momento apropiado. Por ejemplo, si el gato ha estado expuesto a sustancias tóxicas, se ensució o presenta parásitos externos como pulgas o garrapatas, lo ideal es bañarlo de inmediato, si no ten paciencia.
Si bien, es bueno acostumbrar al gato al agua y al proceso de baño desde temprana para que no huya del baño, bañarlo tan pronto no es necesario, puedes esperar unos meses más.
Cuando vayas a bañar al gatito por primera vez asegúrate de hacer la experiencia lo más cómoda posible. Un baño forzado nunca será buena idea. Es importante que en este momento minimices el miedo del gato por el baño; báñalo cuando esté tranquilo y con menos nivel de actividad, acarícialo y trata que tu contacto sea amoroso, usa agua tibia y siempre recompénsalo.
Los gatos son animales extremadamente limpios por naturaleza, por ello no requieren ser bañados con mucha frecuencia, de hecho por la salud de su piel no se deben bañar muy seguido. Los profesionales recomiendan bañarlos no más de cinco veces al año, más o menos cada 3 meses, para no afectar los aceites esenciales de su piel. Esto en el caso de los gatos domésticos que suelen mantenerse más limpios.
Sin embargo, pueden haber algunas excepciones para que el baño sea más frecuente:
Primero, asegúrate de tener todo lo que necesitas a mano: shampoo suave para gatos, toallas suaves, una bañera poco profunda o un fregadero y ¡un montón de paciencia y amor! Es importante que el agua esté tibia, no caliente, para evitar que el minino se sienta incómodo.
Al momento de pasar a la acción sigue estos pasos.
El final del baño debe terminar con recompensas, dale a tu mirringo alguna golosina que le guste como galletas y muchas caricias. Esto ayudará a que asocie el baño con algo positivo.
Gatuno, poner en práctica estos consejos ayudará a que tu minino no sea enemigo del agua, y que por el contrario disfrute de este momento, o al menos lo tolere. Cuéntanos en nuestras redes sociales cómo te va bañando a tu mirringo.
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